Hoy os traigo una conserva de una fruta gallega, los mirabeles, que se dan muy bien en la provincia de Pontevedra, donde yo vivo y que además tengo la suerte de tenerlos siempre cerca.

Es bien sencilla y su resultado nunca falla, así que ahí la pongo y animaros que merece la pena.

  1. Pasos a seguir
    1. Lavar bien la fruta y dejar escurrir.
    2. Yo no les quito el hueso, así que los conservo así.
    3. Preparamos el almíbar hasta los 130-140 grados baume ( es como se mide la temperatura del azúcar y almíbares y hay termómetros específicos para eso) y que para esa cantidad, ronda aproximadamente los 12 minutos desde que hierve a fuego lento.
    4. Rellenamos los botes con la fruta, metemos una piel de limón en cada uno y cubrimos con el almíbar.
    5. Cerramos bien y ponemos los botes dentro de una olla, con agua, a hervir durante 20 minutos.
    6. El agua debe cubrir por completo los botes.
    7. Pasado ese tiempo, apagamos el fuego y los dejamos enfriar hasta el día siguiente dentro del agua. El sacarlos inmediatamente, puede hacer que rompan los botes, por la diferencia térmica que hay entre el agua hirviendo y la temperatura exterior.
    8. Al día siguiente los retiramos del agua, se secan y se etiquetan.
    9. Conviene mantenerlos al menos un mes antes de consumirlos, mejoran de sabor.
    10. Esta conserva se mantiene en perfecto estado durante dos años, sin que se altere su sabor.
    11. Está lista para tomar, bien solos o con una crema inglesa, compota de manzana, helados… tiene miles de aplicaciones.
  • Ingredientes:
    • 1 kilo de mirabeles bien frescos.
    • La piel de un limón sin su parte blanca.
    • Pectina de manzana una curadita de café.
    • Almíbar con 400 de azúcar y 300 de agua.
    • 4 Botes esterilizados, pequeños y con cierre hermético.