La preparación de la rosca varía en cada país, pero todas tienen una cosa en común: harina, leche, huevos y una forma circular.

La rosca de Pascua tiene un origen muy antiguo e irónicamente consistía en un rito pagano en el cual se le ofrecía a la Tierra un pastel dulce. Pero fue en Bolonia, donde muchos siglos más tarde se le dio el sentido actual a la rosca pascual. Cuenta la leyenda que cuando Odoacro, rey de los ostrogodos, tomó Pavía en el año 476, un pastelero hizo una de estas roscas y tanto le gustó al monarca que ordenó la liberación de ese pueblo.

La forma circular de la rosca también tiene su significado, ya que esta representa la eternidad y la corona de Cristo, así como la representación del amor y la amistad que une a los pueblos.