El cultivo de frutos secos en España mantiene su línea ascendente impulsado por el considerable incremento de la demanda de estos productos a escala internacional y, especialmente, en el ámbito de la Unión Europea, donde las compras crecieron un 17% según confirma un estudio del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación.

Entre los frutos secos, la almendra es la producción a la que se dedica más territorio, con 11.271 hectáreas, 6.929 en regadío y 4.342 en régimen de secano. Tanto en uno como en otro caso, las nuevas plantaciones (aquellas de menos de cinco años si no están irrigadas o de cuatro si lo están) concentran una proporción muy significativa del total. Sucede especialmente en el caso del regadío, donde suman casi la mitad de la superficie total, con 3.231 hectáreas (46,6%), por 1.576 de nuevas plantaciones en secano (un 36,3%). El resto de terrenos sembrados con almendros, que ocupan 6.458 hectáreas, son los que ya están en producción.