Dadas las circunstancias especiales que vivimos a causa de la pandemia, la búsqueda de sitios poco masificados es una necesidad que gran parte de nuestra sociedad reclama, y sin duda supone uno de los factores determinantes en la recuperación del turismo en nuestro país y del sector gastronómico.

Los puntos clave que hacen del "gastroturismo" una opción especialmente atractiva son su base local, el hecho de ser un tipo de turismo que suele organizar el propio viajero de forma individual, familiar o en grupos reducidos, y que es, además, una actividad que acostumbra a ser poco estacional y se distribuye a lo largo de todo el año.

La Organización Mundial del Turismo  prevé que en ese momento se producirá un incremento de la demanda de actividades turísticas de naturaleza y aire libre, con una apuesta sobre todo por el turismo interno y las experiencias de viajes lentos, en los que se saborea cada momento y cada lugar a través de experiencias como una visita a una bodega o disfrutar de las tradiciones y costumbres del lugar mediante la comida de los restaurantes locales, siendo los territorios rurales, a los que se asocia la mayor parte del gastroturismo, un incremento de demanda, entre otras razones por ser, en la mayoría de las ocasiones, los menos castigados por la pandemia.