Durante la crisis sanitaria se impulsaron la utilización de los códigos QR como un sistema seguro y rápido para agilizar los procesos evitando los más mínimo el riesgo de contacto. El código QR no es más que la evolución del código de barras, una imagen que contiene información.

Actualmente a este método es mucho mayor al que se planteó en sus orígenes: antes de la pandemia, estos códigos se usaban de manera limitada quizás en entradas, billetes de viajeros o para ampliar información online sobre algo en formato impreso, de modo que, aunque ofrecía muchas opciones, su uso no se había generalizado aún entre la población.

Uno de los sectores que adoptó rápido este método fue el de hostelería y restauración, que de forma generalizada digitalizó sus cartas y menús, una iniciativa que parece haberse instalado definitivamente en los restaurantes de todo el mundo, no solo para prevenir los contagios sino porque, además, ofrece muchos beneficios para el establecimiento en su relación con el cliente.