Actualmente el 17% de la población mundial sufre la incapacidad de saborear.

Un trastorno más habitual de lo que pensamos, y producido a causa del uso de la quimioterapia, los fármacos, así como de algunas infecciones respiratorias, traumatismos...

"El miedo a no saborear es terrorífico. Sería como cocinar con la boca vendada", aseguraba el reconocido Chef Jordi Roca hablando acerca de este trastorno que padecen también los chefs.

Como es el caso del Chef estadounidense Grant Achatz, quien sufrió un cáncer de lengua en el momento de apertura de su Restaurante Alinea (Chicago), y durante el tratamiento al que fue sometido perdió su capacidad de degustar. Lo único que podía hacer era guiarse a través del sentido del olor y cocinar gracias a la colaboración de sus ayudantes que cataban todas las elaboraciones que se hacían para el servicio de comidas.

Achatz logró superar este gran reto que la vida le imponía gracias a su sentido del olfato y a su memoria. Y tras los estudios científicos en los que el ha colaborado, el Chef afirma que "el sabor es un recuerdo", pues las mismas áreas del cerebro se activan cuando estamos degustando algo y también cuando pensamos en esa sensación que nos evoca.

El sentido del cacao

Y cuando el olfato y la memoria ocupan su lugar. ¿Qué otra sustancia nos transporta a la niñez con más potencia que el chocolate? "Todos lo asociamos a recuerdos felices, es nuestra puerta al bienestar emocional", sostiene Jordi Roca, responsable de la cocina dulce de El Celler de Can Roca. El Chef en colaboración con la heladería Rocambolesc han llevado a cabo juntos el proyecto "El sentido del cacao", para visibilizar este trastorno de percepción que afecta a más de 1.270 millones de personas en todo el mundo.

Fuente: El País.